Fundación
Internacional para la Educación Holista
Doctorado en Educación Holista
INTELIGENCIA ESPIRITUAL, EL DESARROLLO TRANSPERSONAL DE RAMON GALLEGOS
Dra. Ma. Antonia Magaña, Guadalajara 2013
En el presente ensayo
describo mis discernimientos surgidos con base a las lecturas, diálogos y
reflexiones derivadas de la trilogía de libros denominada inteligencia
espiritual, integrada por las obras: En Unidad con el Ser, La Conciencia
Iluminada y El Néctar de la Felicidad, cuyo autor es el Dr. Ramón Gallegos.
El primer libro En
Unidad con el Ser, permite al lector comprender claramente que la
espiritualidad es el conocimiento de la verdadera naturaleza humana,
conocimiento que se obtiene de manera directa, ya que no se trata de un
aprendizaje y entendimiento puramente teórico, sino que se requiere una
práctica que desarrolle la atención plena, para que sea posible liberarse del
“malentendido de asociar nuestra verdadera identidad a estados impermanentes”
(Gallegos Nava. R. 2010, p. 5); liberarse de la ilusión de creer que somos únicamente
un cuerpo biológico y una mente, liberarse del malentendido de creerse un ser
humano separado de todo lo que existe; tal conocimiento directo es una realidad
superior al mundo de la mente, por lo tanto, se requiere el ojo de la
contemplación, llamado también el ojo del espíritu para accesar a tal realidad
espiritual.
Explica el Dr. Ramon Gallegos,
que la espiritualidad es una realidad en el ahora, que se necesita una visión
del mundo holista, una visión basada en el amor universal y que el amor
universal es lo único que en realidad existe y por lo tanto, es la única puerta
de entrada a la eternidad; lamentablemente, nuestra mente egóica, habitualmente
se encuentra ya sea en el pasado o en el futuro, de ahí que experimentemos
solamente manifestaciones impermanentes, creyendo que esa es la realidad, una realidad
que nos causa sufrimiento y dolor al afrontar las vicisitudes que se presentan
en nuestra vida, pero como expone el maestro Ramon Gallegos, cuando se logra
establecer la mente en el presente, en el ahora: “La vivencia espiritual es un
despertar de la conciencia a la realidad fundamental no-dual, nos despierta del
sueño de la dualidad, mundo de sufrimiento imaginado por una equivocada percepción
de lo real” (Ramon Gallegos. R. 2010, p. 6).
Cuando por fin nos
demos cuenta de tal equivocación, emergerá la realidad de la conciencia
iluminada, que es nuestra verdadera naturaleza: Ser-Conciencia-Felicidad; saber
esta verdad proporciona a mi vida un aliento de esperanza y me motiva a seguir
en el camino del practicante observador, ya que como expresara Buda: “...hasta
el mismo pasto se iluminará”, pues todo lo que existe es el Sí mismo, el
Absoluto, que es felicidad sin objeto, sin causa externa, ya que se trata de
una felicidad incondicional que brota desde adentro, porque eso es lo que en
realidad somos, pero para despertar a la verdadera realidad que es Amor puro,
requerimos llevar a cabo un trabajo espiritual en nosotros mismos, el cual
consiste en un proceso meditativo de atención plena, que nos llevará
primeramente a pacificar la mente y por consiguiente al esclarecimiento y
entendimiento donde “el Ser conoce directamente al Ser a través del ojo
espiritual que también es el mismo Ser”. (Ramon Gallegos. R. 2010, p. 7).
Uno de los aspectos
que se plasman en el libro denominado “En Unidad con el Ser”, es precisamente:
“Viviendo en la Unidad”, en el cual se expresa la importancia que tiene para la
humanidad, desarrollar el nivel de inteligencia superior, la cual se
corresponde con la inteligencia espiritual, inteligencia que es exclusivamente
humana, la cual es posible desarrollar basándose en la sabiduría, capacidad que
puede ser lograda a través del pensamiento y entendimiento rectos.
En mi desempeño como
docente en la educación pública, reconozco que
es muy importante promover el desarrollo de la inteligencia espiritual,
trabajar junto con mis compañeros y estudiantes en esta finalidad, ya que la
inteligencia espiritual es la única que podrá darle sentido y significado a
nuestras existencias, es la única que puede generar un sentido de trascendencia
a nuestras vidas, pues es la inteligencia espiritual una capacidad que nos
permitirá relacionarnos de manera armónica con la totalidad.
El desarrollo de la
inteligencia espiritual, constituye un aspecto esencial que no ha sido atendido
en la educación convencional que se ofrece en los diferentes sistemas
educativos nacionales; y es la inteligencia espiritual lo que hace falta
desarrollar para ofrecer una mejor educación, una educación más integral, como
lo establece el artículo tercero de nuestra carta magna. La alternativa es la
educación holista, porque es la propuesta pedagógica de nuevo paradigma que
promueve el desarrollo de la inteligencia espiritual, para entonces sí, “hacer
de la felicidad una realidad educativa”. (Ramon Gallegos. R. 2010, p. 13).
“En Unidad con el Ser”, se plantea que el camino a la felicidad es la
realización espiritual, en mi propia comprensión, todos los seres humanos lo
que en última instancia buscamos es experimentar la felicidad plena, porque
felicidad es lo que en realidad somos, lo que sucede es que al encontrarnos
dormidos, percibimos equivocadamente que hemos perdido la felicidad, sin embargo,
lo único que requerimos es despertar, para lo cual el Dr. Gallegos, nos indica
que existen tres etapas generales para ello.
La primera etapa es
la del creyente, la cual se sostiene en la fe, existe el aferramiento a dogmas,
mitos, supersticiones y otras ideas no comprobadas en las que se busca consuelo
y seguridad, por lo tanto en esta etapa existe una fijación irracional a todo
tipo de creencias, ya que como creyentes no se investiga, ni reflexiona, ni
comprueba; esta situación me hace recordar que muchos de los conocimientos que
se imparten en una escuela, tienen esta connotación, pues se solicita a los
estudiantes que los aprendan sin siquiera indagar, ni reflexionar, ni comprobar
el que sean ciertos o en verdad funcionen tales “conocimientos”, y en los
exámenes muchos de los estudiantes contestaran preguntas con base a lo que
memorizaron de sus clases, con la finalidad de
sólo “pasar el examen” y no para aprender. Como explica el Dr. Gallegos
“el creyente se encuentra fijado dogmáticamente a un sistema en el que confía
lo salvará y solucionará sus problemas” (Gallegos Nava. R. 2010, p. 16); muchos
de nuestros estudiantes creen que estudiar una carrera de nivel superior, les
abrirá las puertas del éxito tanto profesional, como social y personal, e incluso
muchos de ellos eligen determinadas carreras porque tienen la creencia de que les
permitirá ganar más dinero, fama, poder, etc., y quizás sea por esta situación,
que la sociedad cada vez sea más violenta y cruel, por la razón de que no logra
ni encuentra la felicidad que busca al estudiar o ejercer su carrea que no le
satisface, pues explica el Dr. Gallegos: “que el creyente busca consuelo, no el
conocimiento, deriva su seguridad de la creencia, por eso puede ser sumamente
violento y cruel cuando se le cuestiona su creencia” (Gallegos Nava. R. 2010,
p. 16)
La segunda etapa del
despertar espiritual es la del buscador, expresa el Dr. Gallegos que esta etapa
inicia cuando se abandonan las creencias porque han demostrado su incapacidad
para traer plenitud y dignidad, el buscador irá de una filosofía a otra,
probando y experimentando soluciones, se esfuerza en el estudio para conocer
diferentes enfoques. Esta búsqueda es un gran avance en el despertar
espiritual, ya que el buscador indaga, reflexiona, utiliza su creatividad y se
interesa en buscar su felicidad, que en resumidas cuentas es buscar su propio
despertar. Si en el ámbito educativo se implementa de alguna forma que el
estudiante recorra el camino de su despertar espiritual y se responsabilice de
él mismo, le será más fácil comprender la paradoja que implica la equivocación
de buscar la felicidad en lo exterior, ya que lo que busca afanosamente, es la
felicidad plena y ésta ya se encuentra en su interior.
La unicidad que es nuestra verdadera naturaleza, pues solo existe un
Ser-Conciencia, que es felicidad plena, paz, amor puro; y la falta de este
conocimiento trae como consecuencia la ilusión que a su vez es causante del
sufrimiento que experimenta el ser humano, esa ilusión es el malentendido que
nos hace creer en una percepción errónea; entonces la finalidad principal del
ser humano es, disolver ese malentendido para lograr el objetivo del despertar
espiritual.
El camino de la
felicidad incondicional, solamente podrá ser recorrido utilizando la
inteligencia espiritual, pues es la capacidad que tenemos todos los seres
humanos, para ser felices a pesar de la circunstancias externas. Esta es una
capacidad que los seres humanos disponemos y que las instituciones educativas
formadoras del ser humano deben de promover su desarrollo, pues es necesario
evolucionar la conciencia de los seres humanos, más allá de las inteligencias
múltiples y la inteligencia emocional, éstas últimas en algunas instituciones
educativas ya promueven su desarrollo; y es aquí en donde entra la visión
holista, con la pedagogía del amor universal, que se postula como la
alternativa educativa que tiene su fundamento en los valores universales
perennes y en “el contexto global de la realidad del Ser” (Ramon Gallegos 2010,
p. 31).
En el camino del
despertar espiritual, es necesario clarificar que la felicidad y el placer son
dos aspectos totalmente diferentes, pero generalmente se confunden y se piensa
que se trata de lo mismo, sin embargo, el placer puede ser obtenido en cualquier
condición y circunstancia, pero no así la felicidad y nos podemos dar cuenta
que actualmente en nuestra sociedad consumista y hedonista está llena de
placeres, pero al mismo tiempo la humanidad sufre, por lo que se comprende que
hay una gran ausencia de felicidad; y solamente la verdadera inteligencia que
es la conciencia espiritual, nos hará comprender que nuestra felicidad
verdadera no depende de un bien u objeto externo, o de alguna persona; con el
despertar espiritual se comprende que “la felicidad es nuestra verdadera
naturaleza, pues está implícita a nuestro sí mismo, al Ser” (Ramon Gallegos
2010, p. 31).
Los conceptos de desarrollo humano y desarrollo espiritual son
diferentes, por la razón de que el primero se ubica en el nivel de la mente, de
la cultura y las relaciones humanas, no implica trascendencia de la mente
cognitiva y sigue basado en la idea de persona y el segundo es de nivel
superior y va a la raíz de nuestra naturaleza, supera completamente la idea de
humanismo y trabaja a nivel de la conciencia transpersonal” (Gallegos Nava. R.
2010, p. 51).
Nos habla de la unicidad, de la no-dualidad; “La inteligencia
espiritual puede ser entendida también como todo lo que mantiene unidos a los
seres humanos, como los valores universales, que permiten la coexistencia
pacífica y el entendimiento mutuo” (Gallegos Nava. R. 2010, p. 143).
Es una extraordinaria oportunidad el desarrollar la inteligencia
espiritual, ya que con ella estaremos respondiendo a las cuestiones de: “¿Cómo
educar espiritualmente? ¿Cómo educar integralmente sin violar el espíritu laico
de la educación? La respuesta es: desarrollando la inteligencia espiritual, con
ella los estudiantes aprenderán a estar presentes con atención plena, la
atención es inseparable de la sabiduría” (Gallegos Nava. R. 2010, p. 144).
Nuestra verdadera identidad es
espíritu y no depende de la riqueza o pobreza económica, pues no depende de
nuestra posición social, ya que pueden existir individuos que manejan grandes
capitales y conducirse de manera sencilla, saben que todos los seres humanos
tenemos el mismo valor y se comportan fraternal y compasivamente con todos los
seres sintientes; también pueden existir personas económicamente en desventaja,
pero han desarrollado su capacidad de ser felices a pesar de la situación que
enfrentan, aunque como expone el Dr. Gallegos: “Desde luego el bienestar es
deseable, pero una cosa es el bienestar material y otra la felicidad
espiritual, también es cierto que es bueno tener las dos y no se contradicen” (Gallegos
Nava, R. 2010, p. 12).
BIBLIOGRAFIA.
- Gallegos Nava Ramón (2010) En Unidad con el Ser. Trilogía
de inteligencia espiritual I. Fundación Internacional para la Educación
Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2010) La Conciencia Iluminada.
Trilogía de inteligencia espiritual II. Fundación Internacional para la
Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2010) El Néctar de la
Felicidad. Trilogía de inteligencia espiritual III. Fundación Internacional
para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2004) Sabiduría, amor y compasión. Educación holista y filosofía perenne II. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2004) El Camino de la filosofía perenne. Educación holista y filosofía perenne III. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2005) Educación y espiritualidad. La educación como práctica espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2007) Inteligencia espiritual. Más allá de las inteligencias múltiples y emocional. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
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